martes, 24 de febrero de 2009

LA MEUF SPORTIF


Cuando la conocí no retuve su nombre...
cuando la invité a bailar ella me invito a nadar...
cuando yo hablaba su lengua, ella hablaba la mía...
cuando nos fuimos a nadar ella corría para llegar y para divertirse...
cuando caminabamos yo andaba sin polo y ella se mojaba, ambos evitando el calor...
cuando yo me detenía a mirar algo ella miraba otra cosa...
cuando yo reí fue porque ella lanzo lodo contra los otros...
cuando desamarraba mis botas ella se sacaba ya toda su ropa de trekking...
mientras yo entraba al rio ella ya nadaba en el...
cuando yo saltaba al rio desde lo alto ella me miraba pues ella ya había saltado...
cuando yo saltaba de clavado ella me seguía por detras con el mismo plan...
cuando yo emergía su mirada me esperaba...
cuando ella nadaba mis ojos ya la seguían...
cuando jugaba con las piedras al sapito ella trataba también...
cuando tomaba sus manos para enseñarle ella me miraba al rostro...
cuando luchaba sumergido contra la corriente, ella me preguntaba si era dificil...
cuando yo le respondia que era divertido ella ya se sumergía con una sonrisa...
cuando yo salía del agua, solo pensaba en ayudarla para que no lastime sus pies...
cuando yo miraba el cielo... sabía que ella me pensaba...
cuando yo la pensaba, sabía que ella ya lo sentía...
cuando yo hablaba ella escuchaba...
cuando ella reía, yo sonreía...
cuando se hizo una herida busque como curarla...
cuando buscaba curarla, ella sabía que lo hacía para sentirla...
cuando yo me acercaba ella me dejaba...
cuando ella se acercaba, yo por dentro me estremecía...

De regreso de ese paseo, los buses eran buses de hora punta... por lo tanto llenos y poco comodos... subimos juntos y nos toco ir de pie cerca de la puerta... ella se sentó en el suelo tal como yo lo hubiera hecho en su sitio...
Mientras yo cuidaba que nada o nadie interrumpiera su espacio para hacer de ese peculiar viaje algo mas agradable para ella...
Como en todo bus es obivo que empiezas a empujar sin querer queriendo y a tocar sin querer tocando... pero con ella todos los roces parecian intencionales... como si nuestras pieles quisiesen sentirse y nuestros cuerpos acercarse... mi mirada clavada en ella hizo que su cuello girase a mirarme... y tanta fue la ternura de esa situación que ella me dio una gran caricia y una linda sonrisa. En ese momento empecé a dudar mucho mas de los casuales y continuos roces entre nosotros...

Regresé muy cansado al albergue por el paseo y algo alocado debido a la fuerte imagen que había creado de esta chica. El plan para la noche era bailar y los mios cambiaron de partir hacia el sur a bañarme para salir a rumbear.

Pense que todos saldriamos pero al final fuimos dos parejas aparentemente como muy amigos de viaje.

La invite a bailar y ella aceptó timida
La tome de la cintura y ella se abrazo de la mía
El suelo parecia no exisitr bajo mio...
enfrente solo tenia este perfume y a esta hermosa chica
cada vez me abrazaba mas fuerte...
y yo alucinado con su figura...
Yo cantando al oido y ella respirando bajo mi cuello.
sus manos acariciaban un poco mi cuerpo y yo nunca dejé el respeto de lado.
Nuestros labios estaban a una mejilla de distancia, pero no se encontraban.
Nuestros cuerpos se hablaban y se entendían perfectamente...
que locura es el mundo...

Nos habiamos quedado solos hace ya buen rato pues la otra pareja, con menos quimica entre ellos, se habian ido ya y nosotros estabamos pasandola de lo lindo bailando, conversando, riendo y observando el espectáculo de baile de la gente ahi presente.

Regresamos al albergue pero antes de entrar hablamos horas... y nuestros mundos resultaron totalmente iguales. Nada le fascinaba mas que exigirle a su cuerpo... que correr, que saltar, que lanzarse... que sentirse viva. No nos sorprendimos al conversar de esto pues ya sabiamos que esto nos encantaba gracias al paseo previo.
Viajar y dejar una huella... dejar una huella de un mundo mejor al que nos entregaron... respetar la vida... amar el amor. Ser verdaderos con uno mismo...
Apasionarse con cada actividad...

Hasta que llego la hora de dormir y la despedida de aquel día... donde mi beso que apuntaba a sus mejillas terminó en sus labios y duro una eternidad... una energía destellante en mi pecho y entre nosotros pues nuestras manos no se soltaban y nuestros cuerpos no reducían la fuerza de nuestro abrazo... nuestros ojos cansados no querían dejar de mirarse... pero nuestros labios vencieron con su deseo de besarse sabiendo que talvez.. no habría un mañana para ellos... asi que esos sentimientos y deseos fueron los que dominaron ese momento sabiendo que nuestros mundos totalmente iguales... talvez no volverian a encontrarse.

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