martes, 10 de mayo de 2011

50 histoires d´amour à Paris... plutôt de passion.

ELLA SE LLAMABA VICTORIA.

Despues de tanto hablar un idioma que no era el mio... de sentirme bricheado, presa y cazador al mismo tiempo... despues de tanto buscar un amor bonito mas que una pasión... vino de donde no lo esperaba.

Yo hablando en francés, con el poco gileo que se puede hacer en una lengua que no es la tuya. Claro está que ya la conozco algunos años asi que en la calle no estoy, pero significa un esfuerzo que a veces dista de ser 100% sincero.
Muchas veces incluso una pequeña verguenza al darte cuenta que estas hablando algunas cavernicoladas. Una mujer hermosa y simpatica que te corrige con cariño, pero no dejas de sentir que te falta mejorar.

Entonces llega un momento en el cual estas cansado de hablar algo que no es tuyo, que no te permite expresarte al 100%, pero no te queda de otra.

Y aquella noche: "et..... comment tu t´appelle?"
* la verdad no hablo francés
- de donde eres?
*de españa...
- y como te llamas?
* para que quieres saber mi nombre?
- podria ser util
* no lo creo, podemos seguir conversando sin esa trivialidad.

.................

* Y como te llamais?
- José Carlos
* Pero ese nombre es un poco de telenovela, no?
- la verdad nunca he visto un José Carlos en una novela... Pero al final, algunas son buenas ah, con historia de amor y todo.
* Me llamo Victoria

Que lindo nombre... y que pena estar en un lugar tan toxico.. la boite de fumeurs... un espacio cerrado dentro de otro espacio cerrado para fumar... la sala del cancer, la camara de carbono. Un lugar bien toxico. Y Victoria podría ser una toxica, pero nunca hable con una mujer tan sensual y con tanto misterio. Un acento asesino, unos ojos deboradores y una talla muy abrazable.
Ella se llamaba Victoria. Era una mujer muy directa, sin rodeos... me dijo que mi nombre era de telenovela y no fue un alago, fue una burla.
* Vamonos?

no hubo alguna palabra de poco significado, no hubo rodeos. Era una fria sinceridad, una misteriosa verdad de deseo... una pasión fugas y seguro furtiva. Porke negarse a tanta atracción. En eso estabamos muy de acuerdo, a pesar de que en bastantes otras cosas no.
Esas disyuntivas, esas contradicciones de ideologías nos hicieron muy atractivos el uno frentre al otro. La frialdad con la que ella luchaba sus convicciones y el corazon que yo ponía a las mías.
Su larga figura, su fria y suave piel... sus calidos labios... su corta falda y sus taco aguja.

ELLA SE LLAMABA VICTORIA.

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