sábado, 1 de noviembre de 2008

LA REALIDAD DEL DESEO


Tantos deseos reprimidos que no encuentran salida alguna a la superficie son los causantes de esta desesperación o desesperanza.
La falta de claridad agranda las penas y conduce hacia este descontrol total de las emociones, convirtiéndome así en un esclavo de los pensamientos y en un prisionero de mi propio mundo.
Es en esos momentos cuando la naturaleza de uno desaparece y es reemplazada por el miedo, nuevamente un factor imaginario, sea concentrado o regado... y compuesto de mil elementos que destrozan la verdadera realidad...
LA REALIDAD DEL DESEO

Sin la propia esencia de mi persona me vuelvo pelele, débil y cobarde frente a cualquier situación.
La duda toma por sorpresa y sobrecoge... Así la incertidumbre domina donde el deseo es muy claro: amar y ser amado.
El dolor del corazón, la herida de los sentimientos pueden ser gobernantes, crueles y descorazonadores.

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